EL PROFESOR
DE
CIENCIAS
Número 14 JULIO/2001
Facultad de Ciencias
Físico Matemáticas y Naturales
Universidad
Nacional de San Luis
OBJETIVOS
Esta publicación está destinada a Profesores de Nivel Medio en Matemáticas y Física.
El objetivo fundamental es establecer una comunicación directa de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales (UNSL) con dichos Profesores, a efectos de desarrollar actividades que permitan mejorar la calidad de su enseñanza en estas ciencias y, por lo tanto, mejorar la calidad de sus egresados.
El contenido de esta publicación estará constituido por artículos metodológicos e instrumentales para la enseñanza teórica y práctica de temas del currículum de nivel medio, problemas y su metodología de resolución, desarrollo de temas de actualidad en relación a su aplicación al currículum, prácticos de laboratorio, preguntas y respuestas para transferencia de conocimientos, noticias de carácter educativo en el área, evaluación, cartas, comentarios y artículos enviados por los docentes-lectores, donde puedan aportar, solicitar o compartir sus logros, necesidades, dudas y, finalmente todo artículo cuyo contenido los profesores soliciten, sugieran o sea oportuno incluir.
Señor Profesor:
Para lograr el propósito de mantener la edición de esta publicación, se necesita de la respuesta y colaboración de los destinatarios. Esto significa que es muy necesario, y se lo agradecemos desde ya, nos haga llegar sus opiniones, solicite y aplique el material que le ofrecemos, envíe artículos para publicar y difunda esta pequeña revista.
Muchas Gracias
INDICE
Publicación subsidiada por la Facultad de Ciencias
Físico Matemáticas y Naturales de la Universidad Nacional de San Luis
IDEA Y REALIZACION: Lic. Carlos Magallanes
PUBLICACION EN WEB: Prof. Germán Roque Arias
Autor:
Pedro Alfredo Velasco
Si bien los sonidos comprendidos en un rango de frecuencias que va de 20 Hz los 20.000 Hz producen sensación sonora, no es cierto que el oído sea igualmente sensible a toda esta gama de frecuencias.
Otra forma de plantear esta situación sería que no todos los sonidos de igual intensidad comprendidos entre 20y 20.000 Hz son percibidos con el mismo nivel de sensación sonora.
Si bien en general es cierto que cambios en la intensidad de un sonido (propiedad objetiva) producen variaciones en la sonoridad acústica (propiedad subjetiva) de la sensación sonora, estas variaciones dependen también de la frecuencia particular del sonido.
Es decir, la experiencia muestra que la sonoridad acústica con la que el oído percibe un sonido depende de la intensidad y la frecuencia de la onda sonora.
Más aún puede ocurrir que dados dos sonidos de igual intensidad y distinta frecuencia uno de ellos sea audible y el otro no aunque ambos pertenezcan al rango de frecuencias audibles.
Para cada sonido existe una intensidad mínima por debajo de la cual no es percibido como sensación sonora. Esta intensidad mínima constituye el umbral de audición, varía con la frecuencia y si bien no toma el mismo valor para todas las personas es posible construir una curva como la inferior de la Fig.1 que representa el umbral de audición para un oído normal.
Este umbral constituye el mínimo de nivel de intensidad que debe poseer un sonido para que sea apenas audible y pueda diferenciarse del silencio.
A medida que aumenta la intensidad del sonido aumenta la sonoridad de la sensación sonora hasta que, aproximadamente a los 130 dB para todas las frecuencias, el oído comienza a percibir una sensación de dolor. Es lo que constituye el límite o umbral de dolor y está representado por la curva superior de la Fig. 1.
Fig. 1. Umbral de audición y límite de dolor para el oído normal
Estas dos curvas determinan claramente tres zonas que se observan en la Fig. 2.
Fig. 2. Intervalo medio de audición normal
Los sonidos ubicados en la Zona 1, por debajo del umbral de audición, no producen sensación sonora y no son percibidos por el oído normal.
Los sonidos ubicados en la Zona 2 por encima del umbral de audición y por debajo del límite de dolor producen sensación sonora y son los sonidos naturalmente percibidos por el oído normal.
Los sonidos ubicados en la Zona 3, por encima del límite de dolor producen una sensación dolorosa y son nocivos para el oído provocando lesiones tempranas o permanentes dependiendo de la frecuencia, el tiempo de exposición y el nivel de intensidad.
La Fig. 2 representa el intervalo medio de audición y a partir del mismo puede observarse que:
· Todos los sonidos que están por debajo del umbral de audición no producen sensación sonora.
· Todos los sonidos que están ubicados en el umbral de audición son apenas audibles
· Todos los sonidos que están por encima del umbral de audición y por debajo del límite de dolor constituyen el campo de audición normal.
· Todos los sonidos que están en el límite de dolor y por encima de él provocan sensación dolorosa y pueden causar deterioro irreversible del oído interno.
· Los sonidos ubicados en el umbral de audición en general no tienen el mismo nivel de intensidad sino que el mismo varía con la frecuencia.
· Dos sonidos con igual nivel de intensidad pero de distinta frecuencia no tienen necesariamente la misma sonoridad acústica. Uno puede percibirse con más o menos sonoridad acústica que el otro e inclusive puede no ser audible.
· La línea que delimita el umbral de audición puede variar levemente de persona a persona sin que ello implique necesariamente la existencia de alguna anomalía.
Por todo lo antes dicho es evidente la dificultad que surge al tomar el dB como unidad de sonoridad acústica ya que a sonidos con igual nivel de intensidad, igual medida en decibeles, puede corresponder distinta sonoridad acústica, y sonidos con distinto nivel de intensidad, distinta medida en decibeles, pueden provocar sensaciones de igual sonoridad acústica.
Por ello es necesario definir una nueva unidad que mida lo que realmente percibe el oído. Es decir mientras el dB es la unidad de medida de una propiedad objetiva del sonido, su nivel de intensidad, la nueva unidad debe estar referida a una propiedad subjetiva de la sensación sonora, su sonoridad.
Con la ayuda de oyentes se determinan sonidos de distintas frecuencias que son percibidos con la misma sonoridad acústica. Esto permite determinar contornos prácticamente paralelos al umbral de audición que constituyen niveles de sonoridad acústica y que unen puntos que representan sonidos que producen sensaciones de igual sonoridad.
Se toma como unidad de sonoridad al fon de tal forma que el nivel de sonoridad acústica de un sonido medido en fones es equivalente al nivel de intensidad medido en decibeles de un sonido de 1000 Hz que tiene la misma sonoridad.
De esta forma es posible construir los contornos de la Fig. 3 que sobre 1.000 Hz toman la altura de 0, 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90, 100, 110, y 120 dB y representan las curvas de nivel de sonoridad de 0, 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90, 100, ll0, y 120 fones.
Estas líneas también llamadas curvas isofónicas representan sonidos de distinta frecuencia y nivel de intensidad (propiedades objetivas) pero de igual sonoridad acústica (propiedad subjetiva).
A partir de la definición del fon puede observarse que no es posible establecer una relación directa entre el número de fones y la sonoridad con que se percibe un sonido.
Es decir; si bien mediante la definición del fon se han podido determinar niveles de sonoridad y es posible afirmar que un sonido de 40 fones es percibido con mayor sonoridad acústica que uno de 20 fones, no es posible asegurar que el primero sea percibido con el doble de sonoridad que el segundo.
Para poder comparar dos sonidos se define el son que corresponde a la sonoridad con que el oído normal percibe un sonido de 1.000Hz y 40dB de nivel de intensidad. Este sonido se toma como referencia para determinar la sonoridad de cualquier otro sonido. De este modo un sonido que posee el doble de sones que otro es percibido con el doble de sonoridad acústica.
Si bien todos los sonidos ubicados sobre la curva isofónica correspondiente a 40 fones tendrán una sonoridad de 1 son, no existe una relación directa entre ambas unidades.
Nivel de
intensidad, dB
Fig 3 Curvas isofónicas en el campo audible normal
La Fig. 4 establece la relación entre el nivel de sonoridad medido en sones y la sonoridad medida en milisones.
Fig. 4. Equivalencia en sones del nivel de sonoridad medido en fones
El valor entre paréntesis en cada curva isofónica de la Fig. 3 representa la sonoridad medida en sones.
La determinación del umbral de audición de un tono puro requiere que el mismo sea percibido en el más perfecto silencio.
La presencia simultánea de otro sonido interfiere la percepción del tono que se desea escuchar, situación que se traduce en una elevación del umbral de audición para dicho tono.
Este fenómeno se denomina enmascarado o enmascaramiento. El grado de enmascarado se mide por el aumento del umbral de audición medido en unidades de nivel de intensidad. Si el grado de enmascarado de un sonido es de 10 dB implica que debido a la presencia de otro sonido enmascarador es necesario elevar la intensidad del sonido en 10 dB por encima del umbral de audición para que sea apenas percibido
El grado de interferencia que se produce por la presencia de dos sonidos simultáneos depende de las características físicas tanto del estímulo acústico enmascarado como del sonido enmascarador. En general depende de la intensidad y de la frecuencia del sonido enmascarador.
El enmascaramiento que produce un tono puro sobre otro tono puro tiene características completamente distintas al enmascaramiento producido por un ruido sobre un tono puro.
Se observa que para que un ruido enmascare un tono puro es necesario que la banda del ruido tenga un ancho mínimo, banda crítica, y que contenga la frecuencia del tono a enmascarar.
Experimentalmente se comprueba que el ancho de la banda crítica es de aproximadamente un tercio de octava y que a medida que aumenta la intensidad del ruido mayor es el número de frecuencias que enmascara.
La Fig. 5 muestra la elevación del umbral de audición producida por un ruido cuyo centro de banda está alrededor de 1.200 Hz y su nivel de intensidad varía de 20 dB a 110 dB. Se observa que las frecuencias altas son las más afectadas a medida que aumenta el nivel de intensidad del ruido enmascarador.
Fig. 5. Elevación del umbral de audición producido por un ruido de 1.200 Hz de centro de banda y para distintos valores de nivel de intensidad
Cuando el enmascaramiento es producido por un tono puro se presentan dos situaciones. En la primera ambos tonos son de frecuencia cercanas y en la segunda la interferencia se produce entre tonos graves y agudos.
En el primer caso se observa que el grado de enmascaramiento crece con la proximidad de ambos tonos. Es decir un tono dc 2.200 Hz enmascara mucho más a un tono de 2.300 Hz que otro de 1.500 Hz.
En el segundo caso la experiencia muestra que sonidos de baja frecuencia, sonidos graves, son en general más efectivos para enmascarar sonidos de alta frecuencia, sonidos agudos.
Cuando el enmascaramiento es producido por un ruido cuyo ancho de banda es menor que el ancho de banda critico el efecto es similar al enmascaramiento producido por un tono puro cuya frecuencia es igual a la frecuencia central de la banda de ruido.
El menor número de voces masculinas frente a un mayor número de voces femeninas en los coros es debido a la mayor capacidad de enmascaramiento de los tonos graves sobre los tonos agudos.
La interferencia entre tonos puros de frecuencias muy parecidas produce otro tipo de efectos como por ejemplo batidos, que consiste en un sonido de frecuencia intermedia que presenta variaciones periódicas en la sonoridad
Como hemos visto el fenómeno de enmascaramiento produce una elevación en el umbral de audición de un tono particular debido a la presencia simultanea de otro tono o ruido.
No es el único caso en que se produce esta elevación del umbral de audición. La experiencia muestra que también se produce un fenómeno similar cuando el oído intenta percibir un tono después de haber sido sometido a una estimulación acústica continuada.
Comúnmente se denomina a este fenómeno aturdimiento o fatiga, y también es conocido como postenmascararniento, enmascaramiento residual, adaptación o pérdida temporaria de la audición.
El nivel o cantidad de fatiga, al igual que el enmascaramiento, se mide en decibeles y su valor equivale a la diferencia en el umbral de audición al percibir un mismo tono antes y después de recibir una estimulación acústica previa.
El nivel de fatiga depende de la intensidad y duración del tono fatigante.
El grado de fatiga se mide en función del tiempo transcurrido desde el momento en que se aplicó el tono fatigante.
Se observa que para sonidos fatigantes intensos la fatiga aumenta en forma directa con la duración del estímulo previo. No ocurre lo mismo para sonidos fatigantes débiles donde la fatiga no cambia a pesar de que se incremente de 0,1 seg a 5 seg la duración del estímulo previo.
La Fig. 6 muestra la pérdida auditiva en función del tiempo luego de aplicar como estímulo fatigante un ruido blanco de 115 dB durante 20 minutos.
Fig. 6. Pérdida auditiva producida por un ruido blanco de 115 dB aplicado durante 20 minutos
En general a bajas intensidades, la fatiga se traduce en una elevación del umbral de audición en la zona de frecuencias similares o muy cercanas a la del tono fatigante.
A medida que la intensidad del tono fatigante aumenta la elevación del umbral de audición se va extendiendo hacia las frecuencias mas altas.
La fatiga puede llegar a ser permanente como producto de la exposición a ruidos o tonos muy intensos y durante tiempos prolongados. Este fenómeno se denomina trauma acústico.
Cuando hablamos de sonidos graves o agudos estamos haciendo referencia a una característica de la sensación sonora que está relacionada con su tono o altura tonal.
El tono es una propiedad subjetiva que está relacionada con la frecuencia del estímulo sonoro.
Si bien es cierto que a medida que aumenta la frecuencia, propiedad objetiva, también aumenta el tono, propiedad subjetiva, no existe una relación lineal directa entre ambas propiedades. Es decir, no es cierto que si se duplica la frecuencia del estímulo sonoro se duplique la altura tonal o el tono de la sensación percibida.
Al no existir una relación directa entre tono y frecuencia, no es posible adoptar el Hz como unidad de tono.
Es necesario definir una unidad de medida de la altura tonal y establecer la relación entre tono y frecuencia.
En 1.940 Vollanan y Stevens elaboraron una escala de altura tonal. Para ello solicitaron a un conjunto de individuos que ajustaran la frecuencia de un sonido hasta que su tono fuera percibido primero como la mitad y luego como el doble del tono de otro sonido de referencia.
Luego solicitaron a los oyentes que construyeran una escala de frecuencias en intervalos iguales de altura tonal.
Sobre la base de estos resultados se construyó una escala de altura tonal que toma como unidad al mel, haciendo corresponder una altura tonal de 1.000 meles a un sonido de 1.000 Hz y de 40dB.
Esta escala va de 1 a 3.500 meles y la relación entre la frecuencia de una onda sonora y la altura tonal o tono de la sensación se muestra en la Fig. 7.
Fig. 7. Equivalencia entre las unidades de tono medido en meles y las de frecuencia medida en Hz
Como ya se adelantó en la primera parte, el aumento de la intensidad de la señal sonora incrementa el nivel del estímulo sin provocar un desplazamiento de la zona excitada pero la amplía comprometiendo un mayor número de fibras nerviosas próximas. Esto se traduce en cambios en el tono de la sensación y pone de manifiesto que tono y sonoridad no son características independientes.
La experiencia muestra que sonidos graves, con menos de 1.000 Hz, son percibidos con una disminución de su altura tonal cuando aumenta su intensidad. A su vez sonidos agudos, con más de 1.000 Hz, son percibidos con un incremento de su altura tonal cuando aumenta la intensidad.
Fig 8. Rectas isotónicas
Todos los sonidos ubicados sobre cada línea de la Fig. 8 son percibidos con la misma altura tonal. Cada línea de la figura se denomina recta isotónica.
Los sonidos próximos a 1.000 Hz no experimentan un cambio notable en su altura tonal con el aumento de la intensidad. Esta propiedad de los sonidos de frecuencia intermedia de mantener su altura tonal frente a los cambios de la intensidad ha motivado que se tome el tono de 1.000 Hz como patrón para muchas experiencias psicofísicas.
Se llama agudeza tonal a la capacidad que tiene el oído humano para detectar un cambio en el tono del sonido que percibe.
La experiencia indica que es más fácil detectar cambios en el tono en los sonidos de alta frecuencia (tonos agudos) y resulta más dificultoso para frecuencias bajas (sonidos graves).
El umbral diferencial para la altura tonal, definido como la mínima variación de la frecuencia que es detectada como un cambio en el tono, varía con la frecuencia y va de 2 a 4 Hz para sonidos de menos de 2.200 Hz a más de 40Hz para sonidos de más de 10.000Hz.
La Fig. 9 muestra la variación del umbral diferencial en función de la frecuencia.
Fig. 9 Variación con la frecuencia del umbral diferencial de altura tonal
Existen individuos capaces de reconocer un tono sin necesidad de contar con otro tono de referencia. Se dice que estos individuos poseen tono absoluto.
Esta variación en la agudeza tonal en función de la frecuencia hace que una buena entonación sea mas difícil para tonos agudos que para tonos graves debido a que el oído es más crítico para las altas frecuencias.
Se denominan tonos subjetivos aquellos que son percibidos aún cuando no están presentes en el estímulo sonoro externo.
Cuando se escuchan simultáneamente dos tonos puros de frecuencias F1 y F2 y si F2 supera en más de 10 Hz a F1, se percibe también otro sonido cuyo tono corresponde a una frecuencia igual a la diferencia F2 - F1
Este es el motivo por el cual, si al oído llega una señal sonora constituida por una serie de sobretonos, también se percibe el tono fundamental correspondiente a dicha serie. Por ejemplo si el estimulo está compuesto por sonidos de 200, 300 y 400 Hz también se percibirá el tono correspondiente a 100 Hz aunque el mismo no esté efectivamente presente.
Si la separación entre F1 y F2 disminuye por debajo de 10 Hz se percibe un sólo sonido cuya sonoridad varía periódicamente con una frecuencia F2-F1, fenómeno que comúnmente se llama pulsación. La Fig. 10 muestra este fenómeno para dos tonos puros de 100 Hz y 105 Hz.
Fig. 10 Pulsaciones de 5 Hz producida por la superposición de dos tonos de 100Hz y 105Hz
La mayor parte de los sonidos que normalmente llegan al oído no están constituidos por tonos puros. En general son sonidos complejos estables o casi estables y ruidos.
En muchos casos, sobre todo en sonidos que provienen de instrumentos musicales o inclusive correspondientes a la voz humana, el estímulo sonoro esta compuesto por un modo fundamental acompañado por una superposición de sobretonos o armónicos.
La sensación sonora posee la altura tonal correspondiente a la frecuencia del tono fundamental pero va acompañada de otras sensaciones que constituyen la calidad o el timbre del sonido complejo.
Esto hace que, si se produce una melodía mediante el uso de dos instrumentos que aparentemente son iguales, por ejemplo dos violines, se perciba que las características del sonido cambian de instrumento a instrumento.
Es decir a pesar de que son prácticamente iguales, y producen con igual sonoridad el sonido correspondiente a una misma nota, existe una diferencia perceptible entre ambos.
Esto es mucho más notable en el sonido producido por dos tubos de las mismas dimensiones pero de distinto material, por ejemplo uno de madera y otro de metal. Si bien ambos físicamente deben producir sonidos correspondientes a los mismos modos de vibración, la sensación sonora que producen es diferente. Comúnmente se expresa diciendo que el tubo de madera emite un sonido más "dulce", mientras que el de metal es más ”frío o metálico".
Esta propiedad subjetiva de la sensación sonora está relacionada con una propiedad objetiva del estímulo sonoro: la composición espectral del sonido complejo.
La diferencia radica en el número de tonos y sobretonos que están presentes en cada sonido y en la amplitud relativa de los mismos.
En otras palabras la diferencia que se percibe se debe a que los sonidos tienen distinto espectro.
En el ejemplo de los tubos, tenemos que, aunque en ambos sonidos están presente los tonos correspondientes a los modos de vibración de dos columnas similares de aire, la forma en que resuenan los tubos de distinto material no es la misma. Luego existe una diferencia detectable entre las amplitudes de los mismos tonos emitidos por cada diferente tubo.
En general, un emisor de sonido (instrumento musical o el aparato fonador) está compuesto por un sistema productor de sonido (cuerdas, columna de aire, membrana, cuerda vocal, etc) y un sistema de resonancia (caja, tubo, tracto vocal, etc).
El sistema productor vibra según modos permitidos generando un sonido complejo producto de la superposición según un espectro original de un tono fundamental y los armónicos asociados a dicho tono.
El sistema de resonancia vibra amplificando el sonido proveniente del sistema emisor modificando el espectro original según su propia curva de resonancia. Esto produce un sonido final cuyo espectro es el resultado del efecto de los dos sistemas.
La Fig. 11 esquematiza la situación de dos emisores de sonido que tienen igual sistema productor de sonido. El espectro original común se ve afectado en cada caso según la curva de resonancia de cada instrumento lo que origina dos sonidos de distinto timbre o calidad.
Fig. 11 a) espectro original b) curvas de resonancia y c) espectros finales de dos instrumentos
Algo similar ocurre en el caso de la voz humana. El sonido originado en las cuerdas vocales (sistema emisor) se transforma a lo largo del tracto vocal (sistema resonador) que produce un espectro personal lo que distingue el timbre de la voz de cada individuo particular.
La Fig. 12 muestra el espectro de dos sonidos estables complejos que resultan de la superposición del mismo tono fundamental F0 y la misma serie de armónicos pero que difieren en las amplitudes de sus componentes.
Fig. 12 Espectros de dos sonidos que tienen el mismo tono fundamental pero que difieren en la amplitud relativa de los armónicos que los componen
Ambas distribuciones espectrales presentan un máximo para un valor particular de la frecuencia.
Debido a que el máximo en el primer sonido está en una frecuencia F1 menor que la del máximo del segundo sonido F2, será percibido con una sensación más grave.
Esta altura tonal del sonido complejo se llama altura formática y la curva envolvente espectral se llama formante.
Si bien a partir del espectro de un sonido complejo puede suponerse que estamos frente a una superposición de ondas sinusoidales estables en el tiempo, debe tenerse en cuenta que en todo sonido real tiene un principio, transitoria de ataque, y un fin, transitoria de extinción, que no son exactamente sinusoidales. Más aún hay casos donde el sonido es casi totalmente transitorias, por ejemplo en los sonidos que provienen de instrumentos de percusión.
Sin embargo, la experiencia demuestra que en todos los casos, aún en sonidos con gran presencia de transitorias, es posible percibir un timbre característico.
Más aún, todo indica que las transitorias constituyen una parte esencial para la identificación de un sonido. Un ejemplo de ello es la dificultad que tiene el oído para identificar un sonido grabado en el cual se han suprimido el principio y el final. Una situación parecida se presenta cuando se invierte el sentido de reproducción de una cinta grabada, aún cuando no se modifica esencialmente el espectro del sonido complejo grabado es percibido con el timbre modificado.
Esto ha llevado a asociar al timbre, más que con un espectro invariante, con la idea de un espectro que evoluciona temporalmente.
Esta idea, si bien exige un análisis mucho mas complejo, está más de acuerdo con lo que ocurre con los sonidos reales donde cobra importancia no sólo la presencia y la duración de las transitorias sino también la forma en que aparecen, desaparecen y evolucionan temporalmente los distintos armónicos.
Esta forma más completa de interpretar las propiedades objetivas de un sonido complejo, permite explicar las diferencias que se perciben en el timbre de un sonido que proviene de un instrumento por cambios de ejecutante, por las técnicas de ejecución, por la acústica de la sala, por la técnica y la calidad de grabación, etc.
No obstante, más allá de las innumerables causas de distorsión del timbre de un sonido, existen una serie de elementos que constituyen los aspectos invariables que permiten identificar el instrumento y las características básicas del sonido que emite.
Esto es lo que permite que, a pesar de las diferencias que existen en el timbre de la voz de distintas personas, pueda identificarse claramente cual es la vocal que están pronunciando.
Experimentalmente se comprueba que el timbre de un sonido complejo es muy sensible a los cambios de la sonoridad.
Un sonido complejo es la resultante de la superposición de una serie de tonos puros de acuerdo con una dada distribución espectral. Cada uno de estos tonos puros posee una frecuencia y una intensidad determinada que determinan la sonoridad y la altura tonal de la sensación que cada uno por separado produce.
Una variación en la sonoridad del sonido complejo implica una variación en la sonoridad de cada uno de los tonos puros que lo componen.
Sin embargo, el aumento o la disminución de la sonoridad del sonido complejo no se traduce en una variación equivalente de cada uno de los tonos que lo componen.
Más aún, puede ocurrir que con un aumento de la sonoridad aparezcan como audibles tonos puros que conformaban el sonido complejo pero estaban por debajo del nivel de audición o, si disminuye la sonoridad, desaparezcan algunos tonos puros que antes eran audibles.
Por otro lado, un cambio de sonoridad hace variar la altura tonal con que se percibe cada uno de los tonos puros que componen el sonido complejo.
Estos cambios de altura tonal y amplitud relativa de los tonos puros motivados por variaciones en la sonoridad implican una nueva distribución espectral en la sensación sonora global dando lugar a cambios en el timbre o calidad de dicha sensación.
La Fig. 13 muestra cómo variaciones en la intensidad de un sonido complejo se reflejan en cambios en las características de la sensación sonora.
En los tres casos el sonido complejo presenta un espectro uniforme para los tres tonos puros de 80 dB en a), 20 dB en b) y 5 dB en e), sin embargo la sensación sonora no refleja esta uniformidad.
Mientras en el caso a) la sensación es producto de la percepción simultánea de tres tonos puros dos de los cuales, 200 Hz y 10.000 Hz, tienen la misma sonoridad y el tercero, 1.000 Hz, es percibido con un 25 % más de sonoridad que los anteriores, en el caso b) la sensación es el resultado de la percepción de sólo dos tonos puros uno de los cuales es más de cinco veces más sonoro que el otro. En el caso c) lo que se percibe es un tono puro de 1.000Hz.
Este ejemplo pone de manifiesto los cambios en el timbre con el que se percibe la sensación sonora debido a variaciones en su nivel de intensidad.
A los efectos de simplificar el ejemplo no se ha tenido en cuenta la variación en la altura tonal de cada componente debida al cambio en la sonoridad. Mientras el sonido de 1000 Hz no sufre cambios en su altura tonal debido a la variación de su nivel de intensidad, el sonido de 200 Hz es percibido más grave y el sonido de1000 Hz es percibido más agudo cuando aumentan en sonoridad. Este fenómeno es otra causa de cambios en el timbre de la sensación sonora que debe sumarse a lo analizado en el ejemplo.
Fig. 13 Espectros de un sonido complejo en dB y de la sensación producida medida en fones y sones para distintos niveles de intensidad a) 80 dB, b) 20 dB y c) 5 db.
En la actualidad se han desarrollado instrumentos electrónicos capaces de descomponer un sonido complejo en los tonos puros que lo componen. Estos instrumentos, llamados analizadores, permiten determinar la frecuencia y la intensidad de los tonos que conforman el espectro del sonido complejo que es analizado.
A la inversa, también es posible en la actualidad reproducir un sonido complejo si se conoce el espectro de los tonos puros que lo componen. A partir del desarrollo de osciladores electrónicos capaces de producir tonos puros de cualquier frecuencia, es posible sintetizar un sonido complejo mediante la superposición de sonidos cuya frecuencia e intensidad ajustan un espectro predeterminado. Estos instrumentos se conocen como sintetizadores y se utilizan para reproducir los más variados sonidos complejos, como por ejemplo los que provienen de instrumentos musicales e inclusive los de la voz humana.
Como hemos visto, propiedades físicas del estímulo sonoro (intensidad, frecuencia y espectro) tienen su correlato en atributos característicos de la sensación sonora (nivel de intensidad, altura tonal y espectro).
La relación entre las características física del estímulo y los atributos de la sensación es por demás compleja existiendo una notable interdependencia entre estos últimos.
Es común que cuando se describe la sensación sonora se recurra a conceptos o categorías que se utilizan para describir otro tipo de experiencias sensoriales. Así por ejemplo se dice que el timbre del sonido de un instrumento de viento de madera es más "dulce" o más "cálido" que el que proviene de un instrumento de metal. Se dirá que este último es más "frío" o más “metálico”.
De la misma forma es común atribuir a la sensación sonora otras propiedades como la de "penetrante", "voluminosa", "densa", "compacta", "difusa", etc. Propiedades comúnmente ligadas a cuerpos sólidos o a nociones espaciales.
Después de muchos estudios Terrace y Stevens, 1.962 y Guirao y Stevens, 1.964 observaron que estas cualidades de la sensación sonora estaban relacionadas con la intensidad y la frecuencia del sonido.
El volumen de un sonido es el atributo ligado a una característica espacial que permite distinguir si la sensación sonora llena más o menos el espacio.
Se ha medido esta característica en condiciones de laboratorio y se ha determinado su unidad subjetiva, el vol.
De los resultados experimentales surge que los sonidos graves aparecen como más voluminosos cuando se los compara con sonidos agudos del mismo nivel de intensidad. Así mismo y para cualquier frecuencia se percibe un aumento del volumen con el aumento del nivel de intensidad. Es decir, un sonido de 200Hz y 60dB es percibido como más voluminoso que uno de 5.000 Hz y 60dB, y un sonido de 1.000Hz y 100dB es más voluminoso que uno de 1.000Hz y 20dB.
Mediciones experimentales efectuada por Terrace y Stevens en 1962 sobre un número grande de oyentes permitieron determinar curvas de igual volumen como las que se muestran en la Fig. 14.
Fig. 14 Curvas de igual volumen en función de la frecuencia
De forma similar se ha determinado experimentalmente la unidad subjetiva de la densidad de un sonido, el dens. Si un sonido tiene más densidad que otro será percibido como más penetrante o compacto. Se observa que a igual nivel de intensidad son más densos los sonidos agudos que los graves y que a una frecuencia dada la densidad aumenta con la intensidad del sonido.
Esto significa que un sonido de 2.000 Hz y 40 dB es percibido como más denso que uno de 200 Hz y 40 dB mientras que un sonido de 1.000 Hz y 70dB es más denso que uno de la misma frecuencia pero de 30 dB.
Guirao y Stevens, 1.964, determinaron experimentalmente y en condiciones de laboratorio las curvas de igual densidad que se muestran en la Fig. 15.
Fig. 15 Curvas de igual densidad en función de la frecuencia
Prof.
Fernando Fernández
(ferfeser@hotmail.com)
En un lugar cerrado y con posibilidad de oscurecerlo por completo, montaremos sobre un tablero de madera tres focos de luces dicroicas con portalámparas móviles con dos grados de libertad en sus movimientos; una rotación en un plano horizontal y otra en un plano vertical. Necesitaremos además de cables lo suficientemente largos para conectar las tres lámparas en paralelo a un transformador de 220/12 volt; y será importante contar con tres interruptores para comandar el encendido por separado de cada una. Para conseguir las luces de colores emplearemos papel celofán en color verde, azul y rojo; los cuales interpondremos sobre el haz de luz de cada lámpara y así conseguiremos proyectar el color de luz deseada.
1ro. Empezaremos por mezclar luces de a pares tratando de anticipar el color resultante y luego confirmarlo.
Surgirá la idea de superponer a la vez luces de color verde, azul y rojo. Evidentemente deberíamos obtener luz blanca pero es posible que debamos esforzarnos con mucha voluntad para acordar que el color se parece o tiende a ser blanca. Aquí es un buen momento para que nos preocupemos de analizar las intensidades de cada lámpara (pues por más que el ferretero nos diga que nos vendió tres lámparas iguales, nunca dos lámparas resultan ser perfectamente idénticas), como también la calidad de los filtros empleados (entiéndase por filtros, a los papeles de celofán).
2do. Es interesante tomar un CD e interponerlo a el haz de luz "blanca" de una de las lámparas y visualizar la descomposición de colores de la luz blanca. A continuación podríamos interponer el CD al haz de luz roja y sacar conclusiones acerca de la composición de esa luz.
Arriba hemos hecho referencia a la luz proveniente de una de las lámparas desnudas (es decir sin celofán), como luz blanca entre comillas; pues estas lámparas son de filamento incandescente y en realidad emiten luz con alto componente de frecuencias que corresponden a el amarillo y al anaranjado.
Trabajaremos a partir de ahora con sólo dos lámparas y un objeto opaco a elección para interponer a los haces de luz provenientes de cada lámpara. Podremos usar como pantalla una pared blanca y deberemos colocar al objeto centrado según una línea que sea mediatriz del segmento que une a las dos lámparas ( Ver figura 1).
Figura 1-La figura muestra una vista superior del montaje experimental
Sobre la pantalla hemos señalizado con letras los segmentos delimitados por la llegada de rayos provenientes de ambas lámparas.
Cada lámpara que vamos a considerar perfectamente blanca aporta partes iguales de verde, azul y rojo. Diremos entonces que a cada zona de la figura anterior llegan cantidades iguales de azul, verde y roja. Más en detalle diremos:
Segmento
AB: (1R+ 1A + 1V)Lámpara izquierda + (1R+ 1A + 1V)Lámpara
derecha = 2R + 2A + 2V
Segmento
BC: (1R+ 1A + 1V)Lámpara izquierda + (1R+ 1A + 1V)Lámpara
derecha = 2R + 2A + 2V
Segmento
CD: (1R+ 1A + 1V)Lámpara izquierda + (1R+ 1A + 1V)Lámpara
derecha = 2R + 2A + 2V
Con 2R convendremos en indicar que llegan 2 unidades de color Rojo; con 2A que llegan 2 unidades de color azul y con 2V que llegan 2 unidades de color verde.
Conclusión: según nuestro modelo a todas los segmentos de pantalla llegan partes iguales de los colores primarios y en consecuencia la pantalla se aprecia iluminada de luz blanca en cada uno de sus segmentos con igual Intensidad
Ahora colocamos el objeto opaco en su lugar y observamos la aparición de dos sombras en los segmentos AB y CD de la pantalla y una zona central BC intensamente iluminada. Ver figura 2.
Figura
2
Las cantidades de luces que llegan por segmentos se detallan a continuación:
Segmento
AB: (1R+ 1A + 1V)Lámpara izquierda + [(-1R) + (-1A) + (-1V)]Lámpara
derecha = 0R + 0A + 0V
Segmento
BC: (1R+ 1A + 1V)Lámpara izquierda + (1R+ 1A + 1V)Lámpara
derecha = 2R + 2A + 2V
Segmento
CD: [(-1R) + (-1A) + (-1V)]Lámpara izquierda + (1R+ 1A + 1V)Lámpara
derecha = 0R + 0A + 0V
Lo anterior muestra que a los segmentos AB y CD llega luz blanca de intensidad cero es decir penumbra y que sobre el segmento BC llega luz blanca de gran intensidad.
Con -1 se denota que esa luz no puede llegar a ese segmento de pantalla pues no puede atravesar el objeto opaco.
A continuación repetiremos la experiencia pero con luz blanca a la izquierda y luz roja a la derecha, producto de que se interpone un filtro de color rojo (papel celofán) en el foco derecho. El filtro de color rojo deja pasar luz roja pero absorbe luz verde y luz azul. A pesar de que la intensidad de la luz decae luego de atravesar al filtro, consideraremos que la intensidad de luz es igual a la de la luz blanca. Proyectando estas luces sobre la pantalla con el objeto opaco interpuesto como en los arreglos anteriores, se tiene que se forman dos sombras una de color intenso rojo y otra de color cian. Ver figura 3.
Figura
3
Las cantidades de luces que llegan por segmentos se detallan a continuación:
Segmento
AB: (1R+ 1A + 1V)Lámpara izquierda + (-3R+ 0A + 0V)Lámpara
derecha = -2R + 1A + 1V
Segmento
BC: (1R+ 1A + 1V)Lámpara izquierda + (3R+ 0A + 0V)Lámpara
derecha = 4R + 1A + 1V
Segmento
CD: [(-1R) + (-1A) + (-1V)]Lámpara izquierda + (3R+ 0A + 0V)Lámpara
derecha = 2R + (-1)A + (-1)V
Lo anterior muestra que al segmento AB llega luz cian( 1A + 1V) con deuda de rojo (-2R); sobre el segmento BC llega luz blanca con alto contenido en rojo, diremos entonces que en ese segmento de pantalla el color será blanco con tendencia al rojo y por último en el segmento CD llega luz de color roja, con deuda de azul y verde. Tener en cuenta que el objeto opaco quita luz al estar interpuesto. Por ello al interponerse al foco derecho con luz roja quita 3 unidades de luz roja, mientras que al interponerse al foco izquierdo de luz blanca quita 1 unidad de rojo, 1 unidad de verde y 1 unidad de azul. Hemos considerado que la lámpara roja posee la misma intensidad que la blanca y que la intensidad viene dada por las unidades de color que tenga el haz de luz.
Por ello la lámpara izquierda (BLANCA) tiene intensidad 3 = 1A + 1V + 1R y la derecha(ROJA) tiene también intensidad 3 = 0A + 0V + 3R.
Ejercicio: Realizar los arreglos experimentales para iluminar al objeto opaco con luz blanca y luz verde. Repetir pero ahora con luz blanca y luz azul. Finalmente explicar los colores en las sombras a partir del modelo presentado.
Es importante intercambiar las posiciones en cada caso de las luces y tratar de predecir los resultados que arrojará la experiencia
El estudio de la dinámica de las rotaciones casi siempre se reduce al caso de un cuerpo rígido que puede girar sobre si mismo alrededor de un eje fijo respecto a un sistema de referencia inercial.
Se entiende por sistema de referencia inercial uno en el que se cumplen las leyes de Newton
El caso de eje de rotación no fijo, en general, se deja de lado, tal vez, por la dificultad, tanto en comprenderlo como en explicarlo.
Para este caso un ejemplo que merece ser estudiado y no ignorado es el trompo, elemento muy familiar para los alumnos y cuya cinemática y dinámica es muy similar a muchas aplicaciones tecnológicas. El ejemplo del trompo se hace interesante cuando se introduce la precesión y es lo que se analizará en este artículo.
El esquema conceptual adjunto se presenta como una base para otro diseñado a gusto del Profesor para que le sea mostrado a los alumnos y vean de que modo intervienen las variables significativas en las rotaciones, según que el eje sea fijo ó no.
En la FIG. 1 se muestra un trompo que gira alrededor de su eje de simetría con velocidad angular w constante y manteniendo la punta del trompo fijo en el origen P de un sistema de referencia inercial.. El movimiento en el cual el eje del trompo, el cual gira rápidamente, rota alrededor del eje vertical describiendo un cono se llama precesión. Veremos ahora como es posible predecirlo partiendo de los principios de la mecánica clásica, y en particular calcularemos wp que es la velocidad angular del movimiento de precesión.
Figura 1
En el instante mostrado en la Fig. 2, el trompo tiene una velocidad angular w alrededor de su eje. También tiene un impulso angular L alrededor de ese mismo eje, y este último forma un ángulo q con la vertical.
Sobre el trompo actúan dos fuerzas: una dirigida hacia arriba, sobre el pivote en P, no representada en la figura, y la fuerza de atracción de la gravedad o peso, que actúa hacia abajo en el centro de masa del trompo. La fuerza hacia arriba a través de P no ejerce torque pues su brazo de palanca es nulo. Por su parte, el peso m . g ejerce un torque, respecto de P, dado vectorialmente por la ecuación
t = r x F = r x m . g
en donde r localiza el centro de masas respecto del pivote P. El vector t es perpendicular al plano formado por r y m . g y, al igual que r y L, gira alrededor del eje z con una velocidad angular wp conforme el trompo precesa.
Cuando sobre un cuerpo rígido actúa un torque, su impulso angular cambia según la relación fundamental
t = dL / dt
Como L es un vector puede cambiar su magnitud como así también, su dirección y sentido.
Esta ecuación demuestra que el cambio en L (dL) debe apuntar en la dirección de t. En la FIG. 1 t es perpendicular a L; por lo tanto, dL producido por el torque, también debe ser perpendicular a L.
Observemos el movimiento del -trompo durante un tiempo Dt (muy pequeño). En este intervalo la ecuación anterior predice un cambio del impulso angular dado por
DL = t . Dt (1)
En la Fig. 1 se muestra el cambio DL, que al igual que t es perpendicular a L, y en ella se observa el cono descripto por la precesión del eje del trompo, omitiendo a este para mayor claridad.
Figura 2
El impulso angular del trompo al final del intervalo de tiempo Dt es la suma vectorial de L y DL. Como estos son perpendiculares entre si, y como DL << L, el nuevo vector de impulso angular L + DL tendrá la misma magnitud que L, pero tendrá una dirección diferente. Por lo que el -extremo del vector impulso angular se moverá en un circulo horizontal a medida que transcurre el tiempo, ver Fig.1. Debido a que este vector se encuentra a lo largo del eje de rotación del trompo, lo dicho constituye una explicación cualitativa del movimiento de precesión del trompo.
La velocidad angular de precesión wp se puede obtener desde la Fig.1, en la que
wp = Dj / Dt
Pero como DL << L, tenernos desde la Ec.(1) que
Dj @ DL / L . sen q = t Dt / L . sen q
entonces:
wp = Dj / Dt = t / L . sen q (2a)
Como además, ver Fig. 2
t = r m g sen(180 - q) = r m g sen q
obtenemos por último
wp = m g r / L. (2b)
Debe notarse que la velocidad angular de
precesión es independiente de q e inversamente
proporcional a la magnitud del impulso angular. Si este último es grande la
velocidad angular de precesión será pequeña. Como L es proporcional a w,
a mayor w menor wp.
La Ec.(2b) puede expresarse en forma vectorial. Reescribiendo la Ec.(2 a) como
t = wp L sen q
la cual es una versión escalar de la relación vectorial
t = wp x L
Esta es la expresión vectorial general que relaciona la velocidad angular de precesión con el torque y el impulso angular. El producto vectorial t = wp x L determina la dirección y magnitud correcta de t.
Notas
para el alumno
Lic.
Carlos Magallanes
En la Unidad de cinemática se estudió el movimiento de los cuerpos. Allí aprendimos cómo describir gráfica y analíticamente un movimiento, en especial el movimiento rectilíneo uniforme y el uniformente variado.
En esta Unidad analizaremos también el movimiento o cambio de movimiento de los cuerpos, pero procurando encontrar una relación entre dicho movimiento o cambio de movimiento y la causa que lo produce.
El nombre de esta Unidad se explica porque la parte de la Física que estudia las causas de los movimientos es la dinámica.
La cuestión respecto al porqué se mueven los cuerpos surgió en la mente humana hace 2500 años, pero recién en la época de Galileo y Newton (1600) se encontraron respuestas que aun hoy perduran. Dicha respuesta se encuentra en las Leyes de Newton de la dinámica, lo cual es el tema principal de esta Unidad.
¿Qué es necesario hacer para que un cuerpo se mueva? Ejemplos: qué debo hacer para:
1. cambiar de lugar un banco en el aula?
2. levantar un cuerpo?
3. hacer llegar una piedra a cierta distancia?
4. hacer girar un trompo?
¿Qué es necesario hacer para que un cuerpo cambie de dirección en su movimiento? Ejemplos: qué debo hacer para:
a) detener un cuerpo que está cayendo?
b) devolver una pelota en un partido de tenis?
c) pasar la pelota a un compañero en un partido de fútbol?
d) que mi automóvil tome una curva?
e) que un automóvil se detenga?
Las preguntas anteriores se pueden contestar de diversos modos, pero un análisis sencillo mostrará que en todas las respuestas estará, dicho con un nombre u otro, lo que comúnmente llamamos fuerza.
Es decir ya sabemos por lo aprendido en la vida diaria, que la causa de los movimientos o más generalmente hablando: los cambios de movimiento se obtienen aplicando fuerzas.
Ahora bien: no podemos quedarnos con una respuesta tan simple y que nos aporte tan poca información. Debemos buscar leyes físicas de mayor amplitud que nos permitan, conocida la causa del movimiento (la fuerza) predecir cual será el comportamiento (movimiento o cambio de movimiento) del cuerpo.
El progreso de la dinámica hasta su forma actual estuvo paralizado por la teoría Aristotélica, que imponía diferentes naturalezas al movimiento de los cuerpos en la superficie terrestre y a los movimientos celestes, recurriendo a diversas y complicadas explicaciones para distintos movimientos. Fue Galileo (1600) quien dio el primer paso al obtener una explicación sencilla para el movimiento, ya sea terrestre o celeste. Su resultado fundamental es lo que se conoce como Principio de Inercia de Galileo, que afirma, en términos similares, que si no se ejerce ninguna fuerza sobre un cuerpo, éste permanecerá en reposo o se moverá con velocidad constante.
El modo como Galileo llegó a este Principio es un brillante ejemplo de cómo la mente humana, a partir de evidencias experimentales y razonamientos puede alcanzar resultados de amplia validez. Galileo estudió los movimientos de diversos objetos sobre planos inclinados, observando que cuando los planos son descendentes existe una causa de aceleración, y que cuando son ascendentes hay una causa de retardamiento. De esto, razonó que cuando no hay ascenso ni descenso no debe haber aceleración ni retardamiento. Cuando Galileo experimentaba para hacer estos razonamientos observó que los movimientos horizontales no eran permanentes, pero también observó que a medida que pulía la superficie (o sea disminuía la fricción o rozamiento) los cuerpos se movían durante más tiempo con velocidad constante. De estas observaciones dedujo que la fricción era la que proporcionaba las fuerzas que detenían los cuerpos en su movimiento horizontal y concluyó que en ausencia de tales fuerzas el cuerpo continuaría moviéndose en línea recta indefinidamente.
Pendiente
negativa Movimiento
descendente La velocidad crece |
|
Pendiente
positiva Movimiento
ascendente La velocidad decrece |
Pendiente nula
¿ Cambia la
velocidad?
Figura 1
Así estableció un resultado para una situación idealizada donde no actúan fuerzas. En otras experiencias puso planos inclinados como lo indica la figura 2.
Figura 2
Al lanzar una esfera desde el punto A, ella ascenderá por el otro plano hasta casi la misma altura. Galileo sabía que la fricción impedía que alcanzara justamente la misma altura.
Figura 3
Si disminuía la pendiente del plano ascendente la esfera tenía que recorrer más camino para alcanzar la altura inicial (fig. 3). Si dicha pendiente se reduce a cero el objeto se moverá eternamente buscando alcanzar dicha altura (fig. 4).
Galileo concluía entonces “. . . el movimiento a lo largo de un plano horizontal es perpetuo. . . ” .
Figura 4
Observe cómo Galileo combinó resultados experimentales con razonamientos para obtener un importante principio físico. De este modo abrió el camino, luego seguido por Newton, al desarrollo de la dinámica y a la manera de cómo utilizar experiencias sencillas e idealizadas para obtener resultados que valen para movimientos mucho más complejos y en mayores dimensiones que los mencionados aquí.
Galileo no estableció su principio de inercia en base a la observación de un fenómeno aislado, muy por el contrario observó numerosas situaciones físicas que le ayudaron a formularlo. El formulaba una hipótesis, la sometía a prueba y para ello extraía deducciones de su hipótesis que pudieran ser confrontadas con los experimentos. Si la prueba fallaba, introducía una hipótesis diferente o modificaba la anterior a la luz de los resultados del experimento y así continuaba con el proceso hasta obtener una teoría que estuviera de acuerdo con todos los resultados experimentales.
Este método de trabajo: observación - hipótesis - deducción de consecuencias de las hipótesis - experimentación - comparación de predicciones y resultados experimentales - modificación de las hipótesis si fuera necesario y así sucesivamente, introducido por Galileo a mediados del siglo XVII, es la base del método que utiliza la ciencia actual, llamado Método Científico. Por ello se lo puede considerar como el fundador de la Ciencia Moderna.
La tecnología actual nos ofrece muchas facilidades para hacer experimentos que a Galileo y Newton les exigieron mucho tiempo, esfuerzo e imaginación. Por eso existe el peligro de no llegar a comprender cabalmente la importancia de los trabajos de estos genios de la Física. Dicho peligro se puede eliminar de un solo modo: estudiando la historia de las ciencias desde la época de Aristóteles hasta nuestros días para comprender el modo de pensar de los filósofos de la antigüedad y cómo fue evolucionando el pensamiento científico.
Esto servirá también para comprender mejor otros temas de física donde paso a paso se hace uso de estos resultados.
Este último comentario, además de advertir de la importancia de los trabajos de Galileo, es una invitación a leer en la bibliografía correspondiente la historia y evolución de la Física.
Cuando Newton empezó a estudiar e investigar en ciencia heredó de Galileo un clima de desarrollo y propagación en la investigación científica que supo aprovechar inteligentemente. En su obra "Principios matemáticos de la filosofía natural" aparecida en 1657, resumió y reordenó los conocimientos sobre dinámica existentes hasta ese momento, enunció su ley de Gravitación Universal y sus tres leyes del movimiento. Esta obra de Newton permitió definir con precisión conceptos físicos que habían aparecido con Kepler y Galileo, y que hoy utilizamos con mucha naturalidad: inercia y fuerza.
Entenderemos, de acuerdo con Newton, por inercia la propiedad de la materia que se manifiesta en la tendencia de los cuerpos a permanecer en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme, o sea la resistencia a los cambios de movimiento; por otro lado entenderemos por fuerza a la causa de los cambios en el movimiento. Si no hay fuerza no hay cambio en el movimiento.
Reconociendo Newton que el Principio de Inercia de Galileo, es válido para todo cuerpo en todo punto del espacio y en cualquier instante, incluyó dicho principio en su leyes del movimiento, es lo que se conoce como “Primera Ley de Newton”:
"Todo cuerpo continuará en su estado de
reposo o en movimiento uniforme en línea recta, a menos que sea obligado a
cambiar este estado por fuerzas que actúen sobre él".
¿Es posible aislar absolutamente un cuerpo, en movimiento ó en reposo, de toda fuerza?
Cuando un cuerpo se mueve existen fuerzas de rozamiento que si bien es posible reducir en su influencia retardadora, es imposible eliminar totalmente. Además, aún cuando el cuerpo está en reposo actúan sobre él distintas fuerzas de distinto origen, ya sea por los cuerpos que están próximos o que están en contacto con él. Es decir que solo idealmente podemos tener un cuerpo libre de fuerzas.
¿De qué nos sirve el Principio de Inercia si es imposible lograr la situación física para la cual vale?
La solución es sencilla: si bien no podemos eliminar las fuerzas externas, podemos en cambio contrarrestarlas en sus efectos, de tal modo que el efecto neto sea nulo. Por lo tanto si tenemos un cuerpo en reposo o que se mueve con movimiento rectilíneo uniforme con velocidad constante, ello significa que todas las fuerzas que actúan sobre él están balanceadas o dicho de otro modo: la fuerza neta es nula. En este caso decimos que las fuerzas se equilibran unas a otras.
Figura 5
Si el carrito no se mueve sobre la mesa significa que la pesa P1 está equilibrada por la P2.
En el caso del carrito sobre la mesa, o cualquier cuerpo apoyado, sabemos que si sacamos el apoyo el cuerpo cae. No es que aparezca una fuerza cuando sacamos el apoyo. La fuerza está actuando permanentemente y cuando el cuerpo se apoya, por ejemplo en una mesa, ésta al deformarse ejerce un fuerza opuesta, de tal modo que la fuerza neta es nula. Al levantar el cuerpo de la mesa, la deformación desaparece y por lo tanto la fuerza.
Figura 6
Para resumir entonces concluimos que:
a) El Principio de Inercia vale tanto en situaciones ideales (cuerpo absolutamente libre de fuerzas) como también en situaciones reales (si las fuerzas que actúan sobre el cuerpo lo hacen de tal modo que sus efectos se contrarrestan totalmente).
b) Podemos explicar qué significa que un cuerpo esté en reposo o se mueva con Movimiento Rectilíneo Uniforme: significa que está en equilibrio pues no hay fuerza neta actuando sobre él.
c) Podemos predecir qué sucederá cuando sobre un cuerpo actúan fuerzas que no se contrarrestan totalmente, o sea cuando la resultante de las fuerzas no sea nula: si está en reposo comienza a moverse y si está en movimiento uniforme y rectilíneo cambia su estado de movimiento: aumenta o disminuye su velocidad, cambia la dirección del movimiento, o ambas cosas simultáneamente.
En el siguiente punto analizaremos en detalle esta predicción y sus resultados nos conducirán a la que se conoce como Segunda Ley de Newton o Ley de Masa.
En el punto anterior concluimos que cuando sobre un cuerpo actúan fuerzas no equilibradas cambiará su estado de movimiento. Decir esto significa que varía su velocidad o su trayectoria o ambas cosas a la vez. Para simplificar, por ahora, consideraremos el caso de que el cuerpo sólo se mueve en línea recta, por lo tanto la acción de fuerzas no equilibradas implicará cambio de velocidad, y si recordamos lo visto en la Unidad 1, un cambio de velocidad significa decir que existe aceleración.
La Segunda Ley de Newton, o Ley Fundamental de la Dinámica, establece la relación cuantitativa entre la fuerza neta que actúa sobre un cuerpo y la aceleración que dicha fuerza le produce. Antes de analizar dicha ley concentraremos la atención sobre lo que significa fuerza, dado que estamos utilizando un concepto físico sin habernos detenido a meditar sobre su significado.
Todos tenemos una idea intuitiva de lo que es fuerza y la usamos en la vida diaria para distintas situaciones sin haber estudiado previamente Física.
Por ejemplo, son frecuentes frases como:
a) "Juan es capaz de hacer más fuerza que Raul".
b) "No tengo suficiente fuerza para levantar esta valija".
c) "Me dolió porque me pegó con mucha fuerza"
Estos son ejemplos de fuerzas musculares y son las más familiares porque las podemos sentir y ejercer. Pero ellas no son el único tipo de fuerzas que existen. Un automóvil se puede mover ya sea empujándolo con una fuerza muscular o con la fuerza de su motor; un objeto pesado se puede levantar con el esfuerzo muscular o utilizando una grúa; un clavo se puede mover porque se lo empuja con la mano o se lo atrae con un imán; un cuerpo cae porque la Tierra lo atrae con una fuerza llamada peso; un cuerpo cargado eléctricamente atrae o repele a otro también cargado con carga eléctrica; un cuerpo se puede lanzar a cierta distancia empujado por la mano o por un resorte comprimido.
En los ejemplos se ve que fuerzas de distinta clase u origen pueden tener los mismos efectos cuando actúan sobre un mismo cuerpo. Esto de paso pone en evidencia que resulta difícil dar aquí una definición completa de fuerza ya que eso requeriría el estudio de otros temas que están fuera de los objetivos y alcances de este curso.
Por eso evitaremos el dar una definición rigurosa y seguiremos con nuestra idea inicial de fuerza como la causa de los cambios de movimiento. Nos preocuparemos en cambio en analizar en detalle las características de la fuerza.
Veamos distintas situaciones experimentales:
I) Suponga una mesa en el centro del aula. Se le pide que le aplique una fuerza de origen muscular. ¿De cuántos modos lo puede hacer?. De muchísimos modos: por ejemplo tirando de ella hacia Ud. , empujándola para que deslice, empujando o tirando hacia izquierda o derecha, empujándola contra el piso, tratando de levantarla, etc.
Como Ud. ve, es necesario precisar hacia dónde se debe aplicar la fuerza.
II) Suponga ahora que, satisfaciendo su inquietud, se pide lo mismo pero con la aclaración de que empuje en la dirección Norte-Sur.
Figura 7
Ud. lo puede hacer de dos modos, o empujar hacia el Norte o empujar hacia el sur. Como vemos, además de la dirección de la fuerza, es necesario precisar el sentido de la fuerza. Finalmente queda por notar que a la mesa puedo empujarla con mucha o poca fuerza. Resumiendo se concluye que:
"para identificar plenamente una fuerza
debe especificarse cuál es su dirección, cuál es su sentido y cuál es su
intensidad".
Magnitudes físicas que requieren estas condiciones para su identificación se denominan magnitudes vectoriales. Para indicarlas se usa un vector junto con la letra, por ejemplo o.
Ejemplo:
Sobre el
carrito actúa una fuerza |
Sobre la
cuerda actúan fuerzas |
Figura 8
Continuando nuestro análisis de concepto de fuerza nos queda ahora por hablar de cómo se miden las fuerzas y en qué unidades se miden. Aún no encararemos el tema de las unidades, pero si veremos cómo hacer para, por lo menos, detectar cuando actúa una fuerza sobre un cuerpo.
Consideremos un conjunto de cuerpos iguales, por ejemplo esferas de plomo. Además un resorte colgado de un soporte.
Figura 9
Si queremos sostener con la mano una de las esferas debemos hacer una fuerza vertical hacia arriba, de una intensidad que sea igual a la que el peso de la esfera hace hacia abajo.
Podemos hacer lo mismo colgando la esfera del resorte. Veremos que éste se estira una cierta longitud hasta lograr sostener la esfera. Es fácil deducir que el resorte al terminar de estirarse está ejerciendo una fuerza, en este caso vertical y hacia arriba, de intensidad igual a la que hacía la mano al sostener el cuerpo. En el laboratorio verificaremos que al colgar dos esferas, el estiramiento es el doble que para una, al colgar tres el estiramiento es el triple que para una, y así siguiendo. En otras palabras:
"Cuando mediante una fuerza se estira un
resorte, el estiramiento es proporcional a la fuerza aplicada"
En símbolos:
X a F o F = K . X (1)
k se conoce como constante del resorte y a (1) como Ley de Hooke.
Esta propiedad de los resortes se puede utilizar para medir fuerzas, tomando una fuerza como unidad. Sobre una escala se marca el estiramiento producido por la fuerza unidad. Cuando se mide, por ejemplo, una fuerza tres veces la unidad, el índice marcará un estiramiento triple y así siguiendo. Este es el fundamento de los dinamómetros y volveremos a hablar de ellos al final de la unidad.
Figura 10
Vamos a deducir esta Ley a través de una experiencia realizable en el Laboratorio.
Trabajaremos con el mismo dispositivo utilizado en las prácticas de Cinemática (riel neumático).
Recuerde que allí verificamos que todo cuerpo, libre de la acción de fuerzas, permanece en reposo o en movimiento uniforme y que, bajo la acción de una fuerza constante, realiza un movimiento uniformemente variado, o sea con aceleración constante.
Podemos preguntarnos, ahora, lo siguiente:
a) ¿De qué manera varía la aceleración que adquiere un cuerpo de masa M cuando varia la fuerza aplicada sobre él?
b) ¿Qué aceleración adquieren cuerpos de distintas masas cuando se aplica sobre ellos una misma fuerza?
Iremos por partes.
Para estudiar la relación entre la aceleración y la fuerza aplicaremos al carrito distintas fuerzas. Como en nuestro dispositivo experimental el rozamiento es despreciable, consideraremos como única fuerza aplicada, la que ejerce la pesa, a través de la cinta, sobre el carrito.
Cuando aplicamos una fuerza F1 determinamos, del mismo modo que en la Unidad I, una aceleración a1. Repetimos la experiencia con fuerzas doble y triple y obtenemos a2 y a3. O sea:
F1
à a1
F2 à a2
F3 à a3 etc.
¿Si F2 es el doble de F1, cómo es a2 respecto de a1?
¿Si F3 es el triple de F3, cómo es a3 respecto de a1?
En la práctica procederemos así
1. -Colgamos de la cinta la pesa 1 (5 gramos aproximadamente). Determinamos la aceleración a1.
2. -Colgamos, ahora, una pesa 2 (10 gramos). Determinamos a2.
3. -Repetimos para 15 y 20 gramos y determinamos a3 y a4.
4. -Ordene en una Tabla los valores obtenidos y observe cuidadosamente.
Observamos:
A fuerza doble corresponde aceleración doble.
A fuerza triple corresponde aceleración triple.
Etc.
Por lo tanto podemos afirmar, en forma general, que la aceleración es directamente proporcional a la fuerza aplicada.
a a F
Podemos también encontrar esta proporcionalidad construyendo la gráfica de aceleración versus fuerza.
Para analizar la variación de la aceleración con la masa frente a una misma fuerza, realizamos la siguiente experiencia Registraremos el movimiento del carrito para distintos valores de su masa, para lo cual le agregaremos al mismo masas de distintos valores. En todos los casos el peso suspendido del extremo de la cinta debe ser el mismo. Obtendremos lo siguiente:
M1 à a1
M2 à a2
M3 à a3
¿Al aumentar la masa M del carro, la aceleración aumenta o disminuye?
Para darnos cuenta de qué relación existe entre la masa y la aceleración, hagamos el siguiente cálculo:
M2 / M1 = a1 / a2 =
M3 / M2 = a2 / a3 =
Verificaremos que ambas proporciones son iguales, entonces podemos afirmar que la aceleración adquirida por el carrito es inversamente proporcional al valor de la masa del mismo.
a a (1 / M)
En la Primera Ley de Newton definimos la inercia como una propiedad natural de los cuerpos a permanecer en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme. Dado que hemos experimentado con un carrito sobre el que actúa una fuerza, apareciendo como consecuencia una aceleración, hemos obligado al carrito a cambiar su estado, actuando en contra de su inercia. La mayor o menor inercia del carrito se pondrá de manifiesto por la menor o mayor aceleración que adquiera frente a la acción de una misma fuerza. Comprobamos experimentalmente que la mayor o menor aceleración del carrito depende de su menor o mayor masa, por lo cual podemos concluir que la masa es la responsable de la inercia del carrito. A esta masa se la denomina masa inercial.
Podemos reunir las conclusiones obtenidas en una sola:
a a (F / M)
En esta relación podemos sustituir el signo de proporcionalidad por el de igualdad si multiplicamos por una constante, cuyo valor depende del sistema de unidades utilizado. Si las unidades de F, M y a se eligen apropiadamente la constante vale 1. Entonces:
a = F / M o F = M . a
Esta última relación es conocida como Segunda Ley de Newton de la Dinámica. Es aplicable a los fenómenos de la -vida diaria. En un principio se aceptó su validez sin ningún tipo de restricción. Luego se encontró que, cuando un cuerpo se mueve en las proximidades de la velocidad de la luz, esta expresión necesita ser modificada por el hecho de que, en esas circunstancias, la masa no es constante (física relativista). También se determinó un limite en su validez cuando se trabaja en escalas atómicas. (Mecánica cuántica).
Antes de continuar analicemos el siguiente problema:
Dos masas M y m están unidas por medio de una cuerda. M está sobre una mesa sin roce y m está suspendida libremente como indica la figura 11.
Figura 11
Este dispositivo representa el utilizado en la experiencia de Laboratorio donde M es la masa del carro, m la masa de las pesas y la mesa el riel neumático. Las fuerzas que actúan sobre M y m se indican en los esquemas de la figura 12(a). F es la tensión en la cuerda y se transmite a M a través de la misma. Mg es la atracción de la Tierra sobre M y N es la fuerza ejercida sobre M por la mesa. El bloque M acelerará en la dirección de las x solamente, de modo que ay es igual a cero. Para M podemos plantear las siguientes relaciones:
N - Mg = 0 (eje y) y F = M ax (eje x)
Figura 12
Para determinar F, debemos considerar el movimiento de m. Las fuerzas que actúan sobre m se muestran en la Figura 12(b). Como la cuerda y m están acelerando, no podemos concluir que F sea igual a mg. Si F fuese igual a mg la fuerza resultante sobre m seria cero, condición que sólo es válida si el sistema no está acelerado.
En nuestra experiencia de Laboratorio tomamos como fuerza actuante sobre el carro P = mg, cuando, en realidad, tendríamos que haber considerado F, cuyo valor desconocemos. Es posible salvar esta dificultad, si consideramos que P = mg es la fuerza que actúa sobre el sistema carro-pesas (M + m). Sistema carro-pesas conforman ahora, el cuerpo en estudio. Para variar la fuerza aplicada, manteniendo la masa del sistema constante, procedemos así supongamos que la suma total de pesas a utilizar sea 20 gramos. Cuando suspendamos 5 gramos, los 15 restantes se agregarán al carro. Si suspendemos 10 gramos, los restantes 10 se colocarán en el carro, de manera tal que los 20 gramos siempre formen parte de la masa total del sistema.
Cuando realizamos nuestra experiencia de Laboratorio, no tuvimos en consideración este hecho en razón de que la masa M es mucho mayor que m.
Hay varias situaciones de la vida cotidiana donde se puede verificar el cumplimiento de la Tercera Ley de Newton. Veamos algunos ejemplos:
a) cuando un arma de fuego es disparada se produce lo que llamamos culetazo o retroceso.
b) si nos encontramos en un bote junto al muelle, para alejarnos empujamos con el remo el muelle y el bote en consecuencia se aleja en sentido opuesto al de la fuerza aplicada.
c) si nos encontramos en un bote junto a otro bote y empujamos a este con el remo, veremos que ambos botes se mueven separándose.
d) cuando golpeamos con el puño, por ejemplo, una pared sentimos dolor por el golpe simultáneo que recibimos de la pared.
Con los ejemplos podemos concluir que un objeto no puede ejercer una fuerza sobre otro sin que éste ejerza una fuerza sobre el primero.
Estos ejemplos son verificaciones de lo que se conoce como el Principio de Acción y Reacción o Tercera Ley de Newton.
“Siempre
que un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro, este reacciona con una fuerza igual
y opuesta, aplicada sobre el primero”.
Denominamos acción a la fuerza que un cuerpo ejerce sobre otro y reacción a la que éste ejerce sobre el primero. Es indistinto cuál es reacción y cuál es acción. Debido a que toda acción va acompañada de su reacción, lo correcto es decir que los cuerpos interaccionan, queriendo significar esto, que existe una acción mutua de uno sobre el otro.
Debe quedar bien claro que la acción actúa sobre un cuerpo y la reacción sobre el otro, de que son de igual intensidad y de sentidos opuestos.
En el ejemplo del arma de fuego la acción actúa sobre a bala y la reacción sobre el arma o inversamente.
En el ejemplo del muelle, la acción actúa sobre el muelle y la reacción sobre el remo y el bote: podríamos preguntarnos: ¿porqué no se mueve el muelle como lo hace el bote?.
En el ejemplo de los patines la acción actúa sobre la pared y la reacción sobre el patinador. Ocurre en este caso lo mismo que con el muelle, la pared por acción de esta fuerza no se mueve.
Volveremos sobre éste principio más adelante y allí lo analizaremos con más detalle, por ahora solo lo mencionamos a los efectos de tener en cuenta las reacciones a las fuerzas aplicadas en nuestro estudio introductorio de la dinámica.
Antes de aplicar las leyes de Newton a situaciones reales tendremos que resolver el problema de las unidades en que se miden la masa y la fuerza.
Las unidades en que se miden ciertas magnitudes físicas, tales como longitud, tiempo, masa, fuerza, etc. se hacen mediante definiciones y convenios, de carácter generalmente universal. Por ejemplo, originariamente se definió metro como la diezmillonésima parte de la distancia entre el Ecuador y el Polo Norte, tomada a lo largo del meridiano de Paris. Luego por razones de practicidad se redefinió tomando al metro como la distancia entre dos marcas practicadas sobre una barra de platino-iridio, construida para tal fin (Metro Patrón). Actualmente existe otra definición con mayores posibilidades de reproducirse en los laboratorios encargados de la elaboración de patrones en cada uno de los países.
Para el caso de la masa, se eligió un cierto objeto de material y dimensiones bien especificadas, asignándole arbitrariamente el valor de una unidad de masa. Inicialmente se eligió la masa de 1000 cm3 de agua a 4º C, pero esa elección no fue afortunada por inconvenientes de carácter experimental. Para superar dichos inconvenientes, se construyó un cilindro sólido, de una aleación altamente resistente (platino-iridio) guardado actualmente en la oficina de Pesos y Medidas en Sévres (Francia). A la masa de dicho cilindro se le asignó arbitrariamente el valor de un kilogramo. La milésima parte de un kilogramo es lo que se denomina gramo. Casi todos los países han adoptado como medida oficial el kilogramo. La excepción la constituyen los países de habla inglesa (Inglaterra, EE. UU, Australia, etc) que mantienen como unidad de masa a la libra, pero actualmente se define como una fracción del kilogramo.
En la tabla anterior se muestra el rango de masas de nuestro Universo, listando las masas de algunos objetos característicos en correspondencia con la tabla de la izquierda donde figura la masa de los objetos en kg. dada en notación científica (10n es diez seguido de n ceros, 10-n es uno sobre 10 seguido de n ceros).
Hay unidades que se obtienen a partir de otras, por ejemplo: la de superficie m2, que resulta de multiplicar metros por metros. De igual manera resultan la de volumen: m3 También entran en esta categoría las unidades de velocidad:
Estas unidades, generalmente se conocen como unidades derivadas.
Dado que ya sabemos con que unidades se mide la masa y la aceleración, utilizando la Segunda Ley de Newton podemos obtener la unidad de fuerza.
Definimos como unidad de fuerza, aquella que a la unidad de masa (1 kg.) le proporciona una aceleración unidad (1 m/s2 ), o sea:
1 (unidad de fuerza) = 1 Kg . 1m/s2
Esta unidad, por definición, se denomina NEWTON:
1 Newton = 1 kg . m/s2
Un rápido repaso a la sección anterior, muestra una diferencia en el modo de definir las unidades. Un grupo en el cual se encuentran aquellas que se definen tomando un patrón, ya sea natural o artificial, y conviniendo que será aceptado como referencia para las medidas. Un segundo grupo en el cual las unidades se obtienen como combinación de otras unidades.
Al primer grupo pertenecen el metro, el segundo y el kilogramo. Estas unidades se denominan fundamentales. Al segundo grupo pertenecen, por ejemplo, el m2, el m3, m/s, m/s2, etc. Cuando agrupamos las unidades fundamentales y las unidades derivadas se tienen lo que se denomina un Sistema de Unidades. Hemos venido usando algunas unidades del Sistema M. K. S. . Decimos algunas porque hay muchas otras magnitudes físicas cuyas unidades se incluyen en este Sistema, magnitudes físicas que veremos en temas futuros.
El Sistema M. K. S es el más utilizado en ciencia pero no es el único. Hay muchos, puesto que la selección de cuales son las unidades fundamentales es hasta cierto punto arbitraria.
Por ejemplo: en el sistema c. g. s. la unidad de longitud es el centímetro; la de masa, el gramo y la de tiempo el segundo (con las iniciales de éstas cantidades se obtiene cgs); todas son unidades fundamentales. En este sistema la unidad de fuerza es una unidad derivada y puede obtenerse (F = m . a) como el producto de la unidad de masa (1 gr) por la unidad de aceleración (1 cm/s2). Su nombre es dina:
Veremos más adelante otro sistema, en el que la unidad de fuerza es fundamental y no lo es, en cambio, la unidad de masa.
Fundamentales |
MKS |
CGS |
longitud |
m. |
cm. |
tiempo |
s. |
s. |
masa |
Kg. |
g. |
Derivadas |
||
superficie |
m2 |
cm2 |
volumen |
m3 |
cm3 |
velocidad |
m/s |
cm/s |
aceleración |
m/s2 |
cm/s2 |
fuerza |
Newton |
Dina |
Al final de la unidad de cinemática, analizamos experimentalmente cómo caen los cuerpos. Allí descubrimos que lo hacen con movimiento uniformemente acelerado, es decir con aceleración constante.
¿Por qué caen los cuerpos?. Esta pregunta es importante pues la caída de los cuerpos es un fenómeno muy frecuente, mejor dicho, permanente en nuestra vida diaria. Hay varias respuestas para esta pregunta, algunos dirán: "porque pesan", otros con más precisión dirán "porque la Tierra atrae los cuerpos". En efecto, la Tierra atrae los cuerpos, pero esta no es una propiedad exclusiva de ella, sino que todos los cuerpos atraen a los otros cuerpos. Cualquier cuerpo o conjunto de cuerpos, tan pequeños o grandes como queramos, cercanos o lejanos, se atraen mutuamente, con una fuerza llamada fuerza gravitatoria.
El fenómeno de la acción gravitatoria es un fenómeno universal, es decir válido para todo el Universo. Existen numerosos fenómenos que tienen su origen o son determinados por la fuerza de atracción gravitatoria: la caída de los cuerpos, el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra, y de ésta alrededor del Sol, y del Sol alrededor del centro de nuestra galaxia, etc. Más adelante veremos en detalle esta Ley de Gravitación. Por ahora continuamos con su manifestación más evidente a nuestros sentidos: la caída de los cuerpos.
El valor de la aceleración con que caen los cuerpos en el vacío no depende de la masa del cuerpo, depende de la masa de la Tierra y de la distancia entre el cuerpo y el centro de la Tierra. Para un cuerpo que se encuentra próximo a la superficie terrestre, a 45º de latitud y a nivel del mar, el valor de la aceleración gravitatoria es g = 9,8 m/s2.
Debido a que la Tierra no es esférica hay variaciones de g por la latitud, aumenta en los polos (g = 9,83 m/s2) y disminuye en el Ecuador (g = 9,78 m/s2). Para un mismo lugar en la superficie terrestre, disminuye a medida que aumenta la distancia al centro de la Tierra.
Resulta difícil aceptar, que en un mismo lugar, todos los cuerpos caen con la misma aceleración en el vacío, independientemente de sus pesos (o masas); esto es así porque generalmente no se repara en la condición de que la afirmación es válida solo para el vacío. La razón de la dificultad está en que las diferencias que observamos en la vida diaria se deben a que el cuerpo que cae lo hace a través del aire, lo cual implica rozamiento y por tanto resistencia a que el cuerpo caiga. Ejemplo: una hoja de papel tardará tiempos distintos en caer la misma altura según que caiga extendida o arrugada hecha una pelotita. Verifíquelo. En cambio si lo hace en el vacío en ambos casos tardará el mismo tiempo.
Resuelta la pregunta de porqué caen los cuerpos corresponde ahora determinar cuál es el valor de la fuerza con que la Tierra los atrae. Para ello apliquemos la Segunda Ley de Newton (F = m . a), a este caso. La aceleración a debe remplazarse por la aceleración de la gravedad g, y la fuerza con que el cuerpo es atraído por la Tierra es lo que denominamos peso del cuerpo e indicaremos con P. Por lo tanto, la ecuación anterior toma la forma:
P = m . g
Ejemplo: ¿Cuánto pesa un cuerpo de masa 10 kg. en un lugar de aceleración gravitatoria normal?
m = 10 kg. g = 9,8 m/s2
P = 10 kg . 9,8
m/s2 = 98 Newtons.
Aquí se hace evidente la diferencia entre peso y masa de un cuerpo. Generalmente se confunden, pero son fundamentalmente magnitudes físicas distintas, pues la masa es una propiedad intrínseca del cuerpo y no depende del lugar en que se encuentre, ni de las condiciones externas al cuerpo; mientras que el peso depende de la posición que tiene, respecto del centro de la Tierra.
Antes de finalizar es necesario hacer una aclaración respecto a las unidades de peso, para evitar futuras confusiones. En el ejemplo anterior se calculó el peso de una masa de 10 kg y se obtuvo un resultado en Newton. Sin embargo en la vida diaria cuando hablamos del peso de las cosas no hablamos de Newtons, sino de Kilogramos. ¿Acaso Kilogramos no es una unidad de masa?. ¿A qué se debe la confusión?. Se debe a que se usa la misma palabra para nombrar dos cosas diferentes. Existen el Kilogramo-fuerza (Kgr. ) y el Kilogramo-masa (Kg). Este último ya lo vimos al introducir las unidades de masa.
Se define como Kilogramo-fuerza al peso de 1 kg-masa cuando se lo mide a nivel del mar y a 45º de latitud, o sea en un lugar donde g = 9,8 m/s2.
Tomando, la longitud, el tiempo y la fuerza como medidas fundamentales se obtiene un nuevo Sistema de Unidades: el Sistema Técnico. En este sistema la unidad de masa es una unidad derivada y se denomina Unidad Técnica de Masa, y se indica UT(m).
La masa de un cuerpo, en el Sistema Técnico, se obtiene de dividir su peso en Kg-fuerza por la aceleración de la gravedad.
Ejemplo 1: ¿Cuál es la masa, en el Sistema Técnico, de un cuerpo que pesa 1 Kgr?. (NOTA: indicaremos con Kgr. el Kilogramo-fuerza y con Kg. el kilogramo-masa)
Ejemplo 2: ¿Cuál es la masa de un hombre que pesa 70 Kgr. ?
Ejemplo 3: ¿Cuánto pesa 1 UT(m)?
P = m. g à P = 1 UT(m) . 9,8 m/s2
P = 9,8 UT(m) .
m/s2 à P = 9,8 kgr
P = 9, 8 UT(m).
m/s ~ P = 9, 8 kgr.
Ejemplo 4: ¿Cuánto pesa en la Luna un hombre que pesa 70 kgr en la Tierra?. La gravedad en la Luna vale 1,67 m/s2.
P = m . 1,67 m/s2
Por el ejemplo 2, si pesa en la Tierra 70 Kgr., su masa en UT(m) es 7, 14 UT(m), por lo tanto:
P = 7,14 UT(m) .
1,67 m/s2
P = 11,92 Kgr.
En sección Problemas calcularemos las equivalencias entre unidades de fuerza y masa en los distintos sistemas.
Ejemplo "peligroso": Calcular la masa en Kg. (Sistema MKS) de un hombre que pesa 70 Kgr (Sistema Técnico).
Dado que por definición el Kilogramo patrón que pesa 1 kgr. tiene una masa de 1 Kg. resulta:
y recíprocamente:
o sea
1 UT(m) = 9,8 Kg
Por el ejemplo 2 la masa de un hombre que pesa 70 Kgr es 7,14 UT(m), y teniendo en cuenta la equivalencia última:
7,14 UT(m) = 7,14 . 9,8 kg = 70 kg
¡CUIDADO!, son 70 Kg de masa
Es decir, un hombre que pesa 70 Kgr. (Sistema Técnico) tiene una masa de 70 kg. (en el Sistema MKS).
Pero eso NO significa que peso y masa sean lo mismo. La igualdad numérica entre lo que indica el peso, en un sistema, y lo que indica la masa, en el otro, más la desafortunada circunstancia de que se usa la misma palabra, Kilogramo, para nombrar dos magnitudes distintas, peso y masa; ha generado la incorrecta costumbre de usar la unidad de peso para indicar masa.
Por ejemplo: cuando colocamos una pesa de masa 1 kg. en un platillo y una masa de 1 Kg. de azúcar en el otro platillo de la balanza, ésta queda en equilibrio. Si la gravedad en ese lugar tiene el valor normal g = 9,80 m/s , el peso de ambas cosas es de 1 kgr. Si cambiamos de lugar la balanza, a otro lugar de g distinto, la masa de la pesa y del azúcar no cambian, en cambio su peso si.
Esto se podría verificar con un dinamómetro, aparato constituido por un resorte y una escala. Este aparato mide fuerzas en unidades técnicas: Kgr. Si cuelgo en un lugar de g = 9,8 m/s2 una masa de 1 kg., el dinamómetro indicará una fuerza de 1 kgr. Si luego me traslado con el dinamómetro y la masa colgando, a un lugar de g distinta, VARIARA la indicación en la escala; pues el peso del cuerpo ha variado al cambiar g.
Las variaciones de g, a lo largo y a lo ancho de la superficie terrestre no son tan grandes como para hacer muy evidentes estas variaciones de peso, pero ellas existen. Por lo tanto convengamos en que: cuando decimos que un cuerpo pesa x Kilogramos, nos estamos refiriendo al peso que tiene en ese lugar dicho cuerpo. Si allí g = 9,80 m/s el peso será numéricamente igual a la masa. En caso contrario será levemente distinto.
NOTICIA
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Editor:
El Profesor de Ciencias, Departamento de Física,
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