Lafinur, Juan Crisóstomo

Reseña Histórica
Alguna de sus obras
Himno patriótico

Reseña Histórica

Lafinur nació en Cañada Honda, San Luis, el 27 de enero de 1797 y falleció el 31 de agosto de 1824 en Santiago de Chile.

Estudió en Córdoba en el Colegio Monserrat y se graduó de Bachiller, Licenciado y Maestro en Artes y Filosofía. En 1814 fue expulsado de la Universidad y se incorporó al Ejército del Norte al mando del General Belgrano. En 1817, durante el gobierno de Pueyrredón, solicitó la baja del ejército para atender a su hermana viuda y hermanas menores.

Radicado en Buenos Aires, ganó por concurso la cátedra de Filosofía en el Colegio de la Unión del Sud, cuando sólo tenía veintidos años. Fundó su primera tribuna periodística con "El curioso" y se destacó en el ámbito porteño por sus actitudes de poeta, músico y periodista. Mas por su acción periodística y por su avanzada prédica, desde la cátedra se vió obligado a emigrar a Mendoza, donde esperaba encontrar un ambiente más propicio para sus ideas liberales, en 1821. Sin embargo, un año después, un cambio de gobierno lo obliga a emigrar a Chile.

Instalado en la ciudad de Santiago, completó sus estudios de Derecho y se recibió de abogado en la Universidad de San Felipe. Al mismo tiempo escribía en los principales diarios chilenos: "El Mercurio", "El Liberal", "El interrogante", etc. Estaba entregado en esta noble y exitosa tarea cuando fallece en tierra chilena.

Su literatura fue, como señala Rojas, del género de "la poesía de asunto heroico y político", este notable y abnegado puntano pertenece a la Generación Neoclásica de Mayo, junto con Esteban de Luca, Juan C. Varela, Vicente López y Planes, Juan M. Gutierrez y otros.

Lafinur exaltó poéticamente los magnos episodios de la epopeya nacional; entre otros se destacan: "Oda a la jornada de Maipo"; "Oda a la Libertad de Lima"; "Canto fúnebre"; "Himno Patriótico"; "A ella"; "A una rosa"; "Los ojos", etc. Dejó una obra de tesis "Curso de Filosofía".

Himno patriótico

Coro

(Se repite entre cada estrofa)

Viva el ilustre día,

viva la hermosa ciudad,

que tras la tiranía

nos dio la libertad.

La Patria a las naciones

muestra hoy el rostro hermoso

y el genio poderoso

le traza un mismo rol:

- "Sed libres" - las naciones

le dicen más remotas,

- "tus cadenas son rotas

ilustre hija del sol".

Entre afanes y penas,

dispuso la Fortuna

que tuviera su cuna

la libertad del Sud;

por romper las cedenas

sufrimos sus reveses;

ella nos faltó a veces,

más nunca la virtud.

Cuando Chile oprimido

sin libertad zozobra,

Cuyo prepara la obra

de su restauración;

atenta a su gemido

no hay riesgos que sean grandes;

que aún se abrirán los Andes

al ya es de la legión.

Pero el caudillo al frente

de sus legiones fieles

desprecia estos laureles

buscando nuevo afán.

Revuelve en su alta mente

los cuidados que anima.

Tus genios, Ħoh, gran Lima!

su sien coronarán.

A los héroes que fueron

Ħoh, Lima! En tu venganza,

Cuyo les dio su lanza

y su inmortalidad;

si sus grillos rompieron

con virtud y fortuna,

en Cuyo ved la cuna

de tu felicidad.

Del saber la alta cumbre

ilumina hoy al mundo,

y un grito, el más profundo,

se oye que dice así:

No hay más servidumbre;

hombres son los colonos,

dice: y mil tronos

desplómanse por sí.-

de "Antología Poética de Mayo"

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